Aprende de Central Park y confía en lo que sientes.
Cuando en 1856 se estaba planificando Central Park en Nueva York, el comisionado Robert J. Dillon, propuso que fuera la costumbre y los hábitos de los usuarios los que establecieran los senderos y cruces. No se hizo así aunque el tiempo ha demostrado que este planteamiento es extremadamente realista y eficaz. En definitiva se trata de dejarse llevar por la intuición como lo hacen las colonias de hormigas, optimizando sus recorridos a la hora de buscar alimento.
Confíe en lo que siente más que en lo que piensa. Chopra
Y tu ¿Sabes que haces cuando caminas, decides tu camino o te lo marcan? Aunque andemos por la vida en “modo automático” lo hacemos de acuerdo a una guía interior. Te has preguntado alguna vez cual es la razón de que elijas un camino u otro. Cuando andas por la calle como eliges la ruta, la más rápida, la más habitual, echas siempre por el mismo sitio. Todos los días recorres las mismas calles a la misma hora y te encuentras a las mismas personas. Te guías por el camino por el que van otros, que ya están establecidos o simplemente te dejas llevar por tu instinto.
Ahora imagina que tienes prisa, si tu intención es llegar rápido tu mente en colaboración con tu cerebro marcarán la ruta más adecuada y tú habrás tomado una decisión que te llevará al sitio previsto en el menor tiempo posible. En este caso tu intención te orientará hacia tu objetivo y tomarás una decisión y una acción.
Ahora imagina que te da igual el tiempo que tardes y el sito donde vas, en este caso da igual el camino que tomes, da igual el lugar al que te lleven tus pasos, la meta será incierta.
Ahora imagina que tu intención es ir cómodamente por la vida y tomar únicamente las decisiones estrictamente necesarias utilizando la ley del mínimo esfuerzo.
Ahora imagina que eres una hormiga, en ese caso pondrás toda tu sabiduría interna para optimizar tu recorrido y conseguir tu objetivo de proporcionarte alimento.
¿De qué dependen los resultados?
Muchas veces caminamos por senderos marcados que nos resultan incómodos, íntimamente ilógicos, tratando de no salirnos de la ruta, siguiendo huellas ajenas, avanzando aunque sea arrastrando los pies por comodidad y desidia.
El pensamiento adecuado es aquel que abre una ruta. Rumi
Nadie conoce mejor el camino que tú. Los auténticos expertos son los caminantes, los que pasean por el parque y establecen sus propios senderos para desplazarse, los más instintivos. Los auténticos expertos son los que se guían por lo que les dicta su intuición, los que se fían de sí mismos.
Sucede algo parecido cuando no valoramos nuestro criterio, lo que nos dicta nuestro auténtico yo. Cuando no hacemos caso a nuestra intuición. Cuando nos devora la planificación, el orden excesivo, lo establecido y lo que corresponde aunque no sepamos muy bien quien marcó la ruta.
¿Cuál es la razón de que nos dejemos guiar por los caminos trazados y no escuchemos nuestra propia voz interior? ¿Qué hace que elaboramos rutas comunes a todos y no valoremos el conocimiento que tenemos como seres individuales y colectivos.
Si confías es ti descubrirás que eres quien, realmente sabe, lo que es mejor para ti.
En lo más profundo de cada uno habitan las mejores opciones, abre tu mente, confía en ti, se valiente, tu mejor vida posible te está esperando. Vive la buena vida, la que hace que cumplas tu misión y sientas el valor de la profunda sabiduría que habita en ti.
Feliz buena vida.
Hay una mañana dentro de ti esperando a estallar en la luz. Rumi
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