La vida es tan incierta como la misma existencia de las cosas ¿Acaso sabes lo que va a pasar dentro de una hora, o mañana? Puede que lo tengas pensado y planificado, pero ¿Puedes asegurar al 100% lo que va a suceder? No, rotundamente no. Por eso es importante que te des cuenta de tu incierta vida y te pongas en el camino de aprender cómo gestionar la incertidumbre. ¡Ojo! Gestionar, no controlar, no eliminar, no vivir al margen de ella. Por tanto, gestionar lo que ya no sólo es inevitable sino forma parte de la existencia misma es la clave para tu realización plena.
Lo imprevisto es la vida manifestándose, el universo o cómo quieras llamarlo. Esos son los imponderables todo aquello que está fuera de nuestro alcance por más que intentemos domesticarlo. Las cosas no siempre tienen que ser como has creído y, quizá más importante, tus creencias te están limitando más de lo que puedas pensar. La buena noticia es que puedes cambiar lo que crees, que puedes encontrar o crear tu propia manera de vivir, de trabajar, de comunicar y de presentarte al mundo.
De la misma manera que la persona es quién somos de verdad, y este yo real está atrapado debajo de la imagen que damos. Nuestro interior lleno de dudas se escuda en una serie de programas automáticos memorizados de percepción y comportamiento para ocultar nuestros aspectos más vulnerables. En este marasmo secretamente profundo nos enredamos con diálogos internos frustrantes buscando la anhelada certidumbre en lo externo poniendo en manos de otros, incluso de otras circunstancias como el azar, los hechos que consideramos inamovibles o la suerte, lo que creemos que somos incapaces de realizar por nosotros mismos. Es fácil deducir que podemos llegar a sentirnos verdaderamente desequilibrados, angustiados y temerosos.
“Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar” Immanuel Kant
Bendita incertidumbre
Piensa por un momento que no existe la incertidumbre, que vives en un mundo cierto dónde los acontecimientos se producen linealmente por causa efecto. ¿De verdad te gustaría vivir en un mundo tan aburrido, monótono y falto de motivación? Porque si sabes con certeza absoluta que si haces A la consecuencia será B y así siempre, siempre, es probable que o te conviertas en un zombi o al menos, te aburras como una ostra. La incertidumbre bien gestionada es el motor de la imaginación, la acción y la innovación.
La incertidumbre entendida como el campo de todas las posibilidades es motivadora, retadora e ilusionante. Nos exige crecer, transformarnos continuamente, entender nuestros entornos y entendernos. Nos lleva a conocernos, a vivir más en armonía con nosotros mismos. Nos lleva a tomar las decisiones que necesitamos, a aceptar los resultados y seguir avanzando con alguna que otra mariposa en el estómago intrigados por lo que pueda suceder. Por cierto, a esto hay quién lo llama ilusión. La incertidumbre es el motor que nos hace avanzar.
Por otro lado, nuestra loca mente estaría atrofiada. Si no necesitas estar atento al mundo, observar, deducir, modificar. ¿Para qué la quieres? Y quién dice mente dice imaginación, sueños, aspiraciones, satisfacciones… Bueno sí algo necesitamos al menos, para posicionarnos en A cuando queremos ir a B.
La vida es incierta porque entre lo que quieres y lo que te sucede está la libertad. Así que un primer gran paso es darte cuenta del poder de la incertidumbre y de tu propio poder para hacerla tu aliada.
No le des el poder a la loca de la casa
Es cierto que nuestra mente parece vivir a su ritmo haciéndonos jugarretas más habitualmente de lo que quisiéramos. Sin embargo podemos elegir, tu puedes elegir ordenar y armonizar tu propia mente y tus emociones de tal forma que esté a tu alcance comenzar a diseñar y construir tu propio destino. Así comenzar a hacer realidad tus oportunidades. El poder está en ti y en no dejarte arrastrar por las circunstancias sino tomar consciencia de cómo puedes y debes actuar. Te debes a ti mismo una vida mejor. Más centrada, más serena, más enfocada a tus sueños y aspiraciones.
Baruch de Spinoza expresó, dicho en lenguaje moderno, que una emoción que acarrea consecuencias negativas sólo puede ser contrarrestada por una emoción aún más fuerte. Emoción fuerte nace de tu voluntad de querer algo, de no dejarlo en manos de pensamientos y emociones negativas que lo único que te ofrecen es miedo, incertidumbre e inseguridad.
Teresa de Jesús le llamaba a la imaginación “la loca de la casa” aunque no se refería a lo que hoy entendemos como imaginación creativa, sino a nuestra mente incontrolada que se enfoca a los problemas no a las soluciones.
Toma la acción y empieza ya a tomar las riendas de tu loca mente.
- Vive en presente. Si cada vez te resulta más difícil vivir contigo y tus circunstancias, si tu mente se vuelva loca anticipando desgracias y/o preocupaciones, incluso desvalorizándote porque no consigues las certezas a las que aspiras, regresa al momento que estás viviendo. Sobre todo, al principio, elige una palabra de apoyo y hazte consciente de tu momento, dónde estás, lo que estás haciendo, céntrate en el presente, en tus tareas. No es casualidad que la palabra presente también se refiera a un regalo.
- Dale a tu respiración el protagonismo que se merece. Si ha algo cierto es que tu respiración te acompaña desde el primer aliento hasta el último, lo que sucede es que el resto del tiempo le prestamos poca atención. Nota el aire entrando y saliendo de tus pulmones, unas pocas respiraciones conscientes a lo largo del día son un buen principio. Es muy probable que percibas tanto beneficio que te apetezca hacerlo con mayor frecuencia.
- Elige una imagen tuya que te motive y tenla tan presente cómo puedas, recurre a ella, visualízala al menos tres veces al día. Cuando la tengas en tu pantalla mental respira profundo.
“Cada variable era una posibilidad, cada posibilidad, una incertidumbre, cada incertidumbre una oportunidad» Santiago Posteguillo
Atrévete a descubrir tus posibilidades y confía.
No sabemos qué va a pasar nunca, no tenemos certezas, ni siquiera en el minuto siguiente a este que estás leyendo este artículo. Ya lo decíamos al principio. Y puede ser, que en las últimas horas hayas escuchado a varias personas decir que o no saben que hacer o no saben qué va a pasar con tal o cual cosa, hecho, situación o persona. La vida sucede y nuestra misión es actuar coherentes y sintonizados con nosotros mismos con confianza y serenidad.
Cuando te das cuenta de esta realidad, cuando te das cuenta de que la incertidumbre es consustancial a la existencia misma, también te das cuenta de que todo es posible, si es posible que algo no suceda, también es posible que te suceda lo mejor. Esta apertura es muy importante para una buena gestión de la incertidumbre. Puesto que no sabemos exactamente cómo se van a desarrollar las circunstancias lo más sano es aprender a estar alerta a las nuevas posibilidades al tiempo que seguimos nuestro propio camino.
¿De dónde surgen esas posibilidades? La mayor fuerza la tenemos en nosotros mismos y ¿Cómo las descubrimos? CONOCIÉNDONOS. Recuerda la inscripción en piedra del tempo de Apolo en Delfos “Conócete a ti mismo” en este hecho se encuentra la palanca capaz de promover cualquier cambio de emoción, actitud y comportamiento.
La vida es incierta así que abraza la incertidumbre porque en ella están todas tus posibilidades y eso es una excelente noticia.
Espero que lo que he compartido contigo te sea útil. Haz click en el icono WhatsApp, espero tus comentarios. Comparte, piensa, dialoga, VIVE.
¡Feliz buena vida!
Deja un comentario