Una mente negativa no da una vida positiva, en el caso de la vida los polos opuestos no se atraen. En cuestiones mentales negativo + positivo da negativo y la mente negativa es como el cero en las multiplicaciones, siempre da cero por mucho que te esfuerces.
A lo largo de nuestra vida tenemos la sensación de que estos ceros imaginarios nos rondan constantemente, ¿cuáles son? ¿y si los ceros fueran palabras? ¿Cuántas veces “multiplicamos” por cero en nuestra mente a lo largo del día?
Nuestras palabras, lo que nos decimos constantemente, nuestro querido y a veces saboteador diálogo interno, puede tener un efecto devastador o un efecto estimulante. En este punto la Programación Neurolingüistica PNL con su poderoso y atractivo modelo mental no tiene precio, por ejemplo al levantarnos por las mañana podemos llenarnos de: tengo que…necesito hacer…voy a…así indefinido…cero acción…cero…y claro, las operaciones, las acciones de nuestra vida dan…cero. Nuestro cerebro es vago por naturaleza, si vago, vago aunque lleno de buenísimas intenciones, pretende que estemos tranquilos y nos susurra frases “tranquilizadoras” ya lo harás…luego…más tarde…mañana…la semana que viene… Y el resultado es la frustración y el estancamiento.
Aunque le demos un pequeño disgusto a nuestro cerebro nos conectaremos mejor con nuestra mente positiva, nos estimularemos, relajaremos, disfrutaremos y seremos muchísimo más eficaces si ponemos en nuestro pensamiento otros infinitos números otras infinitas maneras de contarnos el mundo, cambiar los “tengo que…” por “quiero…” la indefinición de plazos por convicción y acción. Ahí sí que está nuestra autentica potencia interior.. Aprendimos a conocer nuestro mundo a través de la palabra y en nosotros está la magia de cambiar “frases hechas” por nuestras propias expresiones, las que nos impulsan, las que realmente son adecuadas a nuestro momento y a nuestra vida, y sobre todo, las que nos llevan a conseguir objetivos y metas. Poner en valor nuestro exclusivo mundo interno de motivaciones y acciones nos cambia la vida. Cambiar las identidades ajenas por la nuestra propia o lo que es lo mismo abandonar los patrones ajenos, que no encajan en nosotros y en nuestra vida, por nuestro propio patrón, cuidándolo y transformándolo hasta que nos siente como un vestido de alta costura “como un guante”.
Así que no pongas ceros en tu vida, no te la cuentes con frases hechas por otros, busca las tuyas, las que te ayudan en el presente aquellas que realmente salen de tu corazón, acógelas en tu mente y conéctalas a tu cerebro. No es magia aunque se parece mucho. Vivir mejor es fácil si sabes cómo. Esa si es la buena vida, quitando ceros y multiplicando bienestar. Multiplica ¡Feliz buena vida!